El principal factor de riesgo en el desarrollo de tumores en los seres humanos es la inestabilidad genómica. Uno de los objetivos de la comunidad científica internacional es entender cómo, dónde, cuándo y por qué se producen estas mutaciones de ADN. Siguiendo esta línea de estudio, un grupo de expertos de la Universidad de Sevilla y del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer), ha publicado un estudio en el que señalan un nuevo elemento implicado en este proceso: la cromatina.

Publicado en la revista Molecular Cell, en el artículo científico « Histone mutations separate R loops from genome instability induction» los autores de esta investigación aseveran que cuando el ARN se queda acoplado al ADN de manera fortuita o debido a una patología, la estructura de la cromatina, la envoltura proteica de los cromosomas se ve alterada, dando lugar a roturas del ADN. Así, las mutaciones en genes implicados en la transcripción y transporte del ARN también provocan daños en el ADN que, ahora, demuestran estar mediados por cambios en la cromatina. En estas circunstancias, el ADN no puede replicarse de forma natural, generando estrés replicativo, mutaciones y reorganizaciones cromosómicas.

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